Hoy ha sido un día de lecturas y coincidencias curiosas. Por un lado hablaban en la tv sobre la modificación de la ley del aborto, y por otro, estaba leyendo un libro donde se habla abiertamente sobre el proceso del aborto: literalmente se aspira con una aspiradora al futuro y posible ser humano.
Sin ánimo de juzgar a nadie ni de decidir personalmente por nadie, que visto lo visto, todavía se pueden cometer barbaridades aún mayores, saltan noticias a la prensa sobre abusos a menores en lugares o instituciones donde se supone que recogen niños huérfamos o abandonados para cuidar de ellos y convertirlos en seres humanos, o incluso los recogen de la calle para "aprovechar" sus órganos para transplantes. En esas circunstancias, si yo fuera a tener un bebé no deseado y sin posibilidades de darle un futuro un poco más cierto creo que también me pensaría seriamente lo de no traer a otro ser humno a este mundo, total para las posibilidades que le puedo ofrecer casi mejor que no venga.
Y por otro lado, en la portada de un periódico, una organización protectora de animales, denunciaba que se estaba maltratando a los perros que trabajan en el metro con los vigilantes, ¿pretendían equiparar la capacidad de razonar de un perro con la de un humano?.
Me dio la sensación de que nos estamos volviendo gipiluertas profundos, aunque si profundizamos en la historia de la humanidad resulta que siempre hemos sido así.
¿Estamos defendiendo más los "derechos humanos" de los animales que los nuestros propios? El diablo siempre ha hecho muy bien su trabajo.
